“El insomnio produce la disminución en la calidad de vida de la persona, produciendo fatiga, somnolencia, irritabilidad, problemas de ánimo, y dificultades cognitivas (para pensar)”, advirtió Rolando Pomalima Rodríguez, director ejecutivo de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”, quien precisó que “el 30% de los adultos no duermen bien”.Esta situación afecta la vida social, académica, laboral y aumenta el riesgo de producir enfermedades físicas o mentales, así como una mayor probabilidad de sufrir accidentes” alertó tras señalar que “son las mujeres adultas y los adolescentes (de ambos sexos), quienes con mayor frecuencia sufren este trastorno que se constituye en un serio problema de salud pública”.Características “Las personas que padecen de insomnio suelen quejarse de dificultad para iniciar o mantener el sueño, se despiertan más temprano de lo habitual, y no tienen un sueño reparador”, refirió. Entre las causas más conocidas mencionó el estrés social, médico y el ambiental.El primero se presenta debido a problemas como el divorcio, problemas económicos y laborales, violencia familiar; el estrés médico por sufrir de alguna enfermedad, la automedicación; y finalmente, el estrés ambiental se produce por el ruido ambiental, tener una vivienda no adecuada, entre otras.Pomalima Rodríguez indicó también que el insomnio se asocia problemas físicos que pueden contribuir con un mal dormir, como la insuficiencia cardiaca, enfermedades pulmonares, reumatológicas, reflujo gastroesofógico, úlceras, enfermedad de Parkinson, migrañas, epilepsia, síndrome de piernas inquietas.En tanto, entre las asociadas a una condición mental, se encuentran: el alcoholismo, consumo de estimulantes y causas psiquiátricas (depresión, trastorno de ansiedad, problemas de pánico, entre otros).Calidad de VidaLa mayoría de las personas, para tener la capacidad de realizar sus actividades de manera normal durante el día, duermen de 7 a 8 horas; sin embargo, hay personas que suelen tener un sueño largo, que necesitan más horas, entre8 a 10 horas; y otros que son dormidores cortos y necesitan entre 5 a 7 horas.Para tener un sueño más reparador y placentero, el director ejecutivo de la Dirección de Niños y Adolescentes, recomendó algunas pautas que se deben de seguir antes de acostarse como: evitar el uso de café, tabaco y otros estimulantes; regularizar las rutinas de su vida cotidiana, incluyendo horarios de sueño, horarios de comida y de ejercicios; crear un ambiente tranquilo con adecuada luz y temperatura.Si se cumplen estas normas de sueño y no hay resultados positivos, se debe acudir a un especialista para su adecuado diagnóstico y tratamiento.
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