BUENOS AIRES [EL COMERCIO/AGENCIAS]. El aumento en el número de infectados por la gripe AH1N1 en Argentina, que podría llegar a 100.000, según admitió ayer el Ministerio de Salud, y la confusión sobre las cifras precisas de víctimas mortales dispararon la polémica por el manejo político de la enfermedad y las críticas contra el Gobierno.
“Desde la semana epidemiológica cuando empezó a circular el virus en nuestro país hasta la actualidad hay aproximadamente 100.000 registros”, dijo el ministro de Salud, Juan Luis Manzur, en presencia de la presidenta, Cristina Fernández, durante una visita a un hospital de atención a casos graves de la nueva enfermedad.
De esta cifra, 2.800 contagios han sido confirmados en laboratorios, agregó el ministro, que insistió en que, hasta el momento, hay unas 50 muertes por esa causa.
CIFRAS NO CUADRAN
“Desde la semana epidemiológica cuando empezó a circular el virus en nuestro país hasta la actualidad hay aproximadamente 100.000 registros”, dijo el ministro de Salud, Juan Luis Manzur, en presencia de la presidenta, Cristina Fernández, durante una visita a un hospital de atención a casos graves de la nueva enfermedad.
De esta cifra, 2.800 contagios han sido confirmados en laboratorios, agregó el ministro, que insistió en que, hasta el momento, hay unas 50 muertes por esa causa.
CIFRAS NO CUADRAN
Las estimaciones oficiales en Argentina contrastan con los cálculos de organizaciones profesionales y ONG, que multiplican el zarpazo de la enfermedad y atribuyen la explosión del brote a la falta de previsión y al mal manejo político. Asimismo, difieren de las cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en su más reciente informe —distribuido ayer por la tarde— señalan que solo hay confirmados 1.587 casos y que se han producido solo 26 muertes.
Pese a la divergencia, Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de muertes ocasionadas por el virus, después de México y Estados Unidos.
CAMBIO DE RUTINAMientras tanto, la rutina diaria de los argentinos comenzó a cambiar y paralizarse. La Corte Suprema de Justicia dispuso el adelantamiento de la feria judicial de invierno para el próximo lunes.
Varias federaciones de deportes suspendieron sus calendarios de torneos, entre ellos el rugby, el tenis y el hockey. Sin embargo, el fútbol y el vóley continuarán con sus encuentros programados.
Mañana se disputará el partido entre Vélez Sarsfield y Huracán, que definirá el torneo, y los simpatizantes no están dispuestos a verlo por televisión por causa de la gripe.
Las diferentes provincias y municipios establecieron sus propios planes contra la epidemia, que, en muchos casos, incluyen el cierre de lugares de esparcimiento y la suspensión de actividades culturales y deportivas.
Además de la suspensión de clases por un mes desde el próximo lunes, el Gobierno decidió conceder una licencia especial de 15 días a embarazadas y a personas con problemas oncológicos o inmunodeprimidas.
La Iglesia Católica resolvió suspender las misas y celebraciones religiosas en varias diócesis del país. En la norteña provincia de Corrientes se postergó hasta diciembre una procesión prevista para el 9 de julio.
Pese a la divergencia, Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de muertes ocasionadas por el virus, después de México y Estados Unidos.
CAMBIO DE RUTINAMientras tanto, la rutina diaria de los argentinos comenzó a cambiar y paralizarse. La Corte Suprema de Justicia dispuso el adelantamiento de la feria judicial de invierno para el próximo lunes.
Varias federaciones de deportes suspendieron sus calendarios de torneos, entre ellos el rugby, el tenis y el hockey. Sin embargo, el fútbol y el vóley continuarán con sus encuentros programados.
Mañana se disputará el partido entre Vélez Sarsfield y Huracán, que definirá el torneo, y los simpatizantes no están dispuestos a verlo por televisión por causa de la gripe.
Las diferentes provincias y municipios establecieron sus propios planes contra la epidemia, que, en muchos casos, incluyen el cierre de lugares de esparcimiento y la suspensión de actividades culturales y deportivas.
Además de la suspensión de clases por un mes desde el próximo lunes, el Gobierno decidió conceder una licencia especial de 15 días a embarazadas y a personas con problemas oncológicos o inmunodeprimidas.
La Iglesia Católica resolvió suspender las misas y celebraciones religiosas en varias diócesis del país. En la norteña provincia de Corrientes se postergó hasta diciembre una procesión prevista para el 9 de julio.
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