Lo ocurrido con don Jorge Villanueva –a quien le amputaron la pierna equivocada–, una negligencia médica comprobada, dejó una pregunta: ¿Qué ha podido suceder para que galenos con alta experiencia y capacitación puedan cometer tamaño error? Pues, no cumplieron con los protocolos establecidos.Si tan solo los médicos Rubén Dulanto y Álex Tapia hubieran llenado la ‘Lista de Chequeo de Cirugía Segura’ –un documento de pautas sencillas que los equipos de cirugía deben seguir, antes y después de toda operación, para evitar complicaciones ajenas a la enfermedad– se habrían dado cuenta de que la pierna derecha de don Jorge era la que debían amputarle. Pero no lo hicieron. Percy Araujo, director de la Defensoría de la Salud del Minsa, explicó que, generalmente, las quejas por posibles negligencias médicas son por dos hechos: un inadecuado manejo médico en las intervenciones quirúrgicas o un mal monitoreo del paciente en las Unidades de Cuidados Intensivos o durante su hospitalización. En el 2009, su despacho recibió 13 quejas por alguno de estos motivos.Consultado sobre los errores más frecuentes que se han detectado, Araujo señaló que “aparentemente” es el incumplimiento de protocolos médicos –una serie de pautas que los profesionales de salud deben seguir para la seguridad del paciente y de ellos mismos–.Mario Ríos, coordinador de Foro Salud, refiere que no todos los casos se deben a errores de los profesionales. También obedecen a las malas condiciones de los servicios. Citó, por ejemplo, el drama de la señora Emilia Bazán, quien ingresó al Sabogal por un prolapso genital y terminó con las dos piernas y un brazo amputados. Se debió a una infección intrahospitalaria que contrajo luego de la operación.
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